Comúnmente tenemos memoria frágil, olvidamos los buenos amigos, quien
nos tendió la mano en momentos difícil, e incluso muchas veces el amor hacia
nuestros padres. Dios frecuentemente le decía a Israel de donde o había sacado,
“Entonces ten cuidado, no sea que te olvides
del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.”Det
6:12. Y no es que Dios sea
como muchos de nosotros queriendo sacar las cosas en cara, de ninguna manera,
Dios no es así, lo que él quiere y desea en su corazón es que seamos
agradecidos, no únicamente con él si no con todos los que un día nos tendieron
la mano, nos alimentaron, nos dieron de beber, abrigo, y es que no únicamente debemos
hacerlo porque somos llamados a eso, si no de ejecutar la ley de “La Siembre y
la cosecha”, un día recibirás todo el bien o el mal que hallas hecho en esta
tierra y es que nadie se va de ella sin pagar las cuentas pendientes, así que
la próxima vez que alguien te tienda su mano, recuerda ser agradecido.
