Hay una rara, y llamó rara porque está fuera de lo normal o común que nosotros conocemos. Es una raza de hombres y mujeres decidíos a no rendirse jamás, valientes sin renombres, acostumbrados a declarar fe en medio de la idiotez de un doctor que dice " no tiene cura", a declarar esperanza cuando todo se ha perdido. A caminar aún cuando todo ha terminado, superiores a cualquier grupo armado o swat. No te metas con uno de ellos, no dan tregua, aún el Cancer, ha pedido miles de batallas. Claro ellos mismos, " los hijos de Dios" y es que son únicos, es más se ríen en los problemas, avanzan como que nunca tuvieran nada que perder en las zonas más profundas del inframundo, saben el perfeccionismo del payaso, sus caras muestran esplendor aún cuando la muerte anda rondando sus pasos, nunca ganarás son soldados de plan y ladera, que están dispuestos a morir de las formas más crueles y torturas que jamás imaginarias con tal de llevar su objetivo a flote. Caballeros, titanes, gladiadores, que su forma no lo aparenta pero tienen más resistencia que cualquier atleta o un hombre que ha pasado toda su vida en un gimnasio. He visto varios dar gracias a su creador cuando lo han perdido todo, gracias cuando la muerte se ha llevado a tu familia. Nadie los supera están preparados para todo, el mismo infierno les teme y el cielo los aclama, en todos los pasillos celestiales se cuentan sus hazañas, que ni el mismísimo agente 007 se acerca a ninguna de ella mucho menos las iguala. Hombres y mujeres tatuados de pies a cabeza el nombre de CRISTO, como estandarte marchan a la guerra sabiendo que no van a perder, los mayores ejércitos, visibles e invisibles les temen es más huyen al escuchar el rechinar sus piernas cuando deciden orar. No hay tormenta que pueda hacerlos sentir una milésima de miedo. La pregunta es, formas parte de ellos? Su vestimenta es roja, sangre del mismo Dios salpicada en sus almas, impenetrable y blindada más que cualquier otro metal, y nos agrada caminar por la vida sabiendo quienes somos, y digo nos agrada porque yo también soy uno de ellos. Inmortales así nos llaman, para nosotros no hay muerte pero si el mañana, que muchos anhelan pero para nosotros es seguro, viajamos en caballos blancos con nuestras espadas, con tal de destruir a cualquiera que se nos interponga, huélemos a infierno de tantas veces que el mismo demonio nos ha bajado pero nunca nos ha dominado. Somos muchos, escogidos y entrenados por el mismísimo JESUS llamado EL CRISTO, que venció a la muerte. No le tememos a la muerte, ella huye de nosotros, dime algo que lo hemos soportado, todo lo hemos soportado, nuestros manos han sido forjadas en el más frío invierno y el más caliente verano, así que piénsalo bien porque si estás en camino de nosotros, tus días están contados.
